Los mercados en cualquier país son impresionantes. Visitar, comprar, comer y disfrutar de ellos es clave para sumergirse en la cultura de cualquier lugar.
Uno de los mercados que más me gusta (junto con el de Chichicastenango) y más lo disfruté fue el mercado de Santiago Atitlán, población a la rivera del Lago de Atitlán, en el departamento de Sololá. El día domingo es cuando sé seguro que hay.
Allí se vende de todo, y uno se da cuenta de que no hace falta tener mucha "infraestructura" para hacer negocios, y con eso me refiero a que se puede observar algunos vendedores que ofrecen sus mercancías directamente en cajas en el suelo y sentados en un taburete.
Personalmente me pareció muy auténtico e interesante.
Legumbres y granos de todo tipo, especias, frutas, verduras, hortalizas, elementos de aseo, juguetes, artesanías... observé de todo, y más.
Y no pueden faltar las paradas de comida, como el típico pollo frito y las imprescindibles y deliciosas tortillas de maíz.
Todo eso, rodeado en el más auténtico ambiente chapín, podrá observar que predominan los indígenas de la etnia Tz'utujil.
Como consejo para viajeros y turistas extranjeros, al llegar al pueblo le van a ofrecer multitud de tours guiados y tours en "tuc tuc". No es necesario aceptarlo, usted simplemente puede preguntar por los principales atractivos y sus habitantes muy amablemente le van indicar. Para mi, los imprescindibles son: la señora de la moneda de los 25 centavos, el mercado de los domingos, la iglesia colonial y el Dios Maximón.
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